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Embarazo

Todo lo que quieres saber sobre el embarazo.

Pruebas

Tipos de pruebas de embarazo, cuando es el momento de hacer pruebas de embarazo.

¿Qué es?

La fertilidad es la capacidad que se tiene para concebir un hijo. Esto se produce cuando el óvulo se fusiona con un espermatozoide mientras se encuentra en una de las trompas de Falopio. En la mayoría de los casos la fertilidad se da en casi todos los hombres y mujeres, pero existen casos en los que estos son infértiles, es decir, no pueden tener hijos siguiendo los métodos tradicionales. Existen, aun así, formas de concebir alternativas.

La fertilidad de las mujeres tiene una estrecha relación con su edad: desde los 40 años, el porcentaje de infertilidad alcanza el 50%, la cual finalmente concluye con la menopausia. Los hombres por su parte cuentan con un índice mayor de fertilidad, aunque la edad también afecta a su probabilidad fértil.

En general, llevar una vida sana suele implicar unos niveles de fertilidad buenos.

Días fértiles

Aunque la mujer es fértil de manera constante, existen días en los que las probabilidades de concebir un embrión son mucho mayores que el resto de días.

La fertilidad alcanza su punto álgido con la liberación del óvulo desde el ovario. Durante su bajada a través de las trompas de Falopio el óvulo es altamente fecundable, pero una vez acaba este recorrido muere y se expulsa a través de la menstruación. Aunque el óvulo se mantiene en las trompas de Falopio durante unas 24 horas, se suele considerar que la mujer es muy fértil durante 4 o 5 días: esto es el tiempo que los espermatozoides pueden vivir dentro del útero y son capaces de fecundar un óvulo aunque este aparezca posteriormente.

¿Cómo se determina la fertilidad?

Dependiendo de si se trata de un hombre o de una mujer, se llevan a cabo cierto tipo de exámenes o pruebas para determinar la calidad y capacidad de sus órganos sexuales.

Para las mujeres, se lleva a cabo una historia clínica donde se estudia todo tipo de factores como sus antecedentes médicos, su ciclo menstrual o el consumo de tabaco, alcohol o drogas. Se llevan a cabo también estudios hormonales (la hormona folículo estimulante, estradiol y luteinizante), exámenes en el útero para comprobar la presencia de miomas, endometriosis, obstrucciones en las trompas de Falopio; o un examen ecográfico.

Para los hombres, se estudia la calidad de sus espermatozoides, mediante un espermatograma (mida la cantidad y movimiento de los espermatozoides) o un estudio de los conductos de los testículos que conducen los espermatozoides.

Tratamientos para la fertilidad

Algunas parejas tienen problemas para concebir, por lo que recurren a métodos que facilitan la fecundación del óvulo que dé lugar a un embarazo.

Entre estos métodos podemos distinguir, en primer lugar, aquellos de baja complejidad, como el coito programado (mantener relaciones sexuales durante los periodos de mayor ovulación, haya estimulación mediante hormonas o no) o la inseminación intrauterina (introducción de semen previamente tratado en un laboratorio en el útero).

En segundo lugar están aquellos de alta complejidad, como la fecundación in vitro, la ISCI (micro inyección intra-citoplasmática de espermatozoides), el diagnóstico genético preimplamatorio (que sirve para determinar si hay enfermedades en los óvulos obtenidos en la fecundación in vitro) o la donación de óvulos.

Causas de la infertilidad

Se distingue entre dos tipos de infertilidad: la fertilidad primaria es la que implica a mujeres que han sido incapaces de concebir un bebé. La fertilidad secundaria es, por otra parte, la que aparece en aquellas mujeres que ya han tenido un bebé anteriormente, pero que por diversas circunstancias no lo consigue concebir de nuevo.

Existen numerosos motivos por los que una mujer puede ser infértil. La principal suele estar relacionada con los óvulos, ya sea porque no se producen de forma correcta o que presentan problemas a la hora de fecundar como no adherirse a las paredes uterinas, no sobrevivir si se adhiere o por problemas de movilidad.

Todo esto puede estar provocado por diversos factores: trastornos autoimmunitarios, defectos congénitos, cáncer, diabetes, ejercicio excesivo, obesidad, edad avanzada, o el consumo de ciertos medicamentos, tabaco o alcohol.

La infertilidad masculina por su parte viene determinada por problemas en los espermatozoides, que se pueden deber también a diversas causas tales como defectos congénitos, tratamientos contra el cáncer, desequilibrio hormonal, impotencia, obesidad, edad avanzada, o el consumo de tabaco, alcohol y drogas.

Las enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o la clamidia también pueden ser causas de infertilidad.

Trimestre

Primer trimestre de embarazo: 

Qué esperar

El primer trimestre de embarazo puede ser abrumador. Comprende los cambios que podrías notar y cómo cuidarte durante esta etapa fascinante.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

El primer trimestre del embarazo se caracteriza por una transformación invisible pero asombrosa. Y esta ocurre rápidamente. Las hormonas hacen que el cuerpo comience a nutrir al bebé incluso antes de que las pruebas y la exploración física puedan confirmar el embarazo.

Conocer cuáles son los cambios físicos y emocionales que pueden darse durante el primer trimestre puede ayudarte a afrontar los meses siguientes con confianza.

El cuerpo

Si bien el primer signo de embarazo probablemente ha sido la ausencia de un período menstrual, puedes esperar muchos otros cambios físicos en las siguientes semanas, por ejemplo:

  • Pechos sensibles e hinchados. Muy poco después de la concepción, los cambios hormonales podrían provocarte dolor o sensibilidad en los pechos. Es probable que las molestias disminuyan en unas semanas, a medida que el cuerpo se adapta a los cambios hormonales.

  • Náuseas con vómitos o sin ellos. Las náuseas matutinas, en realidad, pueden producirse en cualquier momento del día o de la noche y, por lo general, aparecen al mes de haber quedado embarazada. Esto podría deberse al aumento de los niveles hormonales. Para aliviar las náuseas, evita tener el estómago vacío. Come despacio y en pequeñas cantidades cada una o dos horas. Elige alimentos con bajo contenido de grasa. Evita los alimentos y olores que empeoren tus náuseas. Bebe mucho líquido. Los alimentos que contienen jengibre podrían ayudar. Las pulseras para mareos por movimiento, la acupuntura o la hipnosis podrían aliviarte, pero antes pide la aprobación del proveedor de atención médica. Comunícate con el proveedor de atención médica si las náuseas y los vómitos son intensos.

  • Aumento de la cantidad de micciones. Es posible que orines más de lo habitual. Durante el embarazo, aumenta la cantidad de sangre en el cuerpo, lo que hace que los riñones deban procesar líquido adicional que se acumula en la vejiga.

  • Fatiga. Durante las primeras semanas de embarazo, los niveles de la hormona progesterona aumentan mucho, y eso puede darte sueño. Descansa todo lo que puedas. Seguir una dieta saludable y hacer ejercicio pueden ayudarte a aumentar tu energía.

  • Repugnancia por los alimentos. Cuando estás embarazada, es posible que te vuelvas más sensible a determinados olores, y el sentido del gusto puede cambiar. Al igual que sucede con muchos otros síntomas del embarazo, las preferencias por ciertos alimentos pueden atribuirse a los cambios hormonales.

  • Acidez estomacal. Las hormonas de embarazo que relajan la válvula ubicada entre el estómago y el esófago pueden permitir que el ácido estomacal se filtre en el esófago, y causar así acidez estomacal. Para prevenir la acidez estomacal, come porciones pequeñas y frecuentes, y evita los alimentos fritos, los cítricos, el chocolate y las comidas picantes o fritas.

  • Estreñimiento. Los niveles altos de la hormona progesterona pueden retrasar el movimiento de los alimentos en el aparato digestivo, lo que provoca estreñimiento. Los suplementos de hierro pueden contribuir al problema. Para prevenir o aliviar el estreñimiento, incorpora una cantidad abundante de fibra a tu dieta y bebe mucho líquido, en especial, agua y jugos de ciruela u otras frutas. Hacer actividad física en forma regular también sirve.

Tus emociones

El embarazo podría hacer que te sientas contenta, ansiosa, entusiasmada y exhausta; a veces, todas esas emociones al mismo tiempo. Aunque estés emocionada por el embarazo, un bebé recién nacido representa un mayor estrés emocional para tu vida.

Es normal que te preocupes por la salud de tu bebé, por tu adaptación a la paternidad y por las exigencias económicas de criar a un hijo. Si estás trabajando, tal vez, te preocupe la forma de equilibrar las exigencias de la vida familiar y la vida laboral. También podrías tener cambios del estado de ánimo. Lo que sientes es normal. Cuídate y recurre a tus seres queridos para que te brinden aliento y comprensión. Si los cambios de estado de ánimo se vuelven graves o intensos, consulta con el proveedor de atención médica para obtener apoyo.

Ejercicios, Belleza y Cuido de la piel.

Durante el embarazo, tu cuerpo sufre grandes cambios. Sin embargo, estar embarazada no significa renunciar a estar guapa. 

La alimentación de la embarazada

La alimentación desempeña un papel importante a la hora de mantener un buen aspecto durante el embarazo. La mujer debe llevar una alimentación rica y equilibrada.

Los alimentos, que contienen vitaminas E, C, B5, ayudan a eliminar sustancias tóxicas del organismo, reparar y mantener los tejidos y estimular la regeneración del crecimiento de la piel o las uñas.

Estas vitaminas se encuentran en alimentos como los huevos, el pan integral, pescado, almendras, pipas de girasol, el kiwi, las fresas o las naranjas...

La hidratación durante el embarazo

La hidratación es fundamental para que el cuerpo de la mujer funcione mejor, sobre todo durante el embarazo. Beber aproximadamente dos litros de agua favorece la circulación sanguínea, ayuda a eliminar toxinas innecesarias del organismo y a reducir la retención de líquidos.

El agua, además, es el mejor aliado contra las estrías en el embarazo, la sequedad de la piel, la celulitis, las varices o la sensación de piernas cansadas durante la gestación.

En el mercado, también, existen multitud de productos cosméticos para el cuidado del rostro y del cuerpo, que protegen y aportan elasticidad a la piel, como las cremas hidratantes. Ejemplos de algunas marcas que podrían ayudarte son Decleor o Nivea.   

Consulta con tu ginecólogo si sigues un tratamiento especial para la cara o cuerpo o ante la mínima duda sobre el uso de determinadas lociones. Por ejemplo, el Isotretinol y el Etretinato son medicamentos que se utilizan para los casos severos de acné y psoriasis. Estos tratamientos deben suspenderse durante el embarazo ya que está comprobado que producen defectos graves en el feto y que el riesgo de padecer un aborto espontáneo también es mayor.

Ejercicio moderado para embarazadas

Los masajes y el ejercicio moderado son beneficiosos para tonificar los músculos y mantener la flexibilidad muscular durante el embarazo.

Los ejercicios más recomendables son aquellos que no requieran un gran esfuerzo físico, como caminar o nadar.

Mantener el peso adecuado durante el embarazo

Es importante cuidar el peso durante el embarazo.

Lo normal es aumentar entre 9 y 15 kilogramos a lo largo de los nueve meses de embarazo, pero este intervalo depende mucho de la constitución de cada mujer.

Cuidados de la piel, las manos y el cabello en el embarazo

Los primeros meses de embarazo notarás ciertos cambios en tu cuerpo, que afectarán a tus costumbres de belleza e higiene de cabello, dientes y piel. El cabello, por ejemplo, puede debilitarse al principio del embarazo. También es posible que, debido a los cambios circulatorios, te sangren las encías. Notarás asimismo un aumento de la sudoración y el flujo vaginal.

El estado del cabello mejora notablemente en el segundo y tercer trimestre de embarazo, pasando a presentar un aspecto brillante y voluminoso. Cada tipo de cabello requerirá unos cuidados diferentes, pero conviene siempre que evites los tintes permanentes.

Las manos pueden hincharse a lo largo del embarazo, a causa de la retención de líquidos. Para cuidar de las manos durante el embarazo, lo mejor es realizar movimientos que ayuden a desentumecer las manos, mantenerlas hidratadas y evitar los esmaltes.

Parto y Posparto

1 de enero de 2025

El parto

El momento más esperado suele producirse entre las semanas 37 y 42. Existen tres fases en el parto:

  • Periodo de dilatación: las contracciones sirven para ablandar el cuello del útero y, así, se dilate.

  • Periodo expulsivo: aumento de las contracciones y ganas de empujar. Culmina con el nacimiento del bebé.

  • Periodo de alumbramiento: expulsión de la placenta.

El puerperio

Es el proceso en el que el cuerpo de la mujer empieza a recuperarse después del parto. Dura unas 6 semanas.

Justo después del alumbramiento, es fundamental vigilar la contracción del útero, la hemorragia, la tensión arterial, el pulso, y la temperatura, para que no aparezca ningún contratiempo. También, la madre debe movilizar las piernas y orinar cuanto antes. Los días posteriores, el útero sigue contrayéndose y expulsando loquios (sangre proveniente del útero), algo normal que no debe preocupar a la madre.

En cuanto a la lactancia, la leche materna contiene todas las propiedades nutritivas para el correcto desarrollo del niño. Es favorable que el bebé empiece la lactancia por él solo, de manera espontánea. Hay que tener en cuenta que la lactancia materna no tiene que doler. Si es así, es posible que el bebé no guarde la postura adecuada y no se acople correctamente.

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